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Armas menos letales

Proyectiles de impacto cinético

Los proyectiles de impacto cinético (KIP por su sigla en inglés) son proyectiles similares a balas utilizados en diversos contextos policiales para disuadir mediante el dolor del impacto. Disparadas con armas de fuego, estas armas se desarrollaron para emular el efecto de los golpes de porra con la mano a mayor distancia física.

La asombrosa variedad de KIP ha dado lugar a una abundancia de nombres comerciales comunes. Los KIP suelen denominarse «balas de goma» independientemente de su composición: los KIP modernos suelen ser de plástico («balas de plástico con punta de espuma», «balas de plástico para porras», «granadas de esponja», «balas Flashball»), de metal («balas de metal recubiertas de goma», «perdigones», «birdshots” que son postas y municiones de proyectiles múltiples», rondas «bean bag», «Super-sock») o de otros materiales como madera o sal gema.

Historia de los proyectiles de impacto cinético

1880s

El desarrollo de los KIP para el control de multitudes está profundamente vinculado a la policía colonial del Imperio británico.

Las primeras formas de KIP utilizadas en las protestas eran trozos serrados de mangos de escoba de madera que se disparaban contra manifestantes en Singapur en la década de 1880.

1960

En la década de 1960, el Reino Unido desarrolló balas de madera algo más avanzadas ...

... y utilizado contra manifestantes en Hong Kong, Malasia y Singapur.

1980-2020

En los últimos 40 años, la producción de KIP ha pasado de unos pocos fabricantes en Estados Unidos y el Reino Unido a decenas de productores en todo el mundo.

Los fabricantes desarrollan ahora más de 75 tipos diferentes de balas y lanzadores.

Hoy

En la actualidad, los KIP se utilizan de forma generalizada tanto en las actividades policiales cotidianas como en el control de multitudes, como complemento de un arsenal que incluye armas de fuego, porras, agentes químicos irritantes, etc.

El mercado mundial de armas menos letales se estimó en 867,4 millones de dólares en 2019, y se espera que siga creciendo hasta bien entrada la década actual.

Mecanismo de acción

Un arma de proyectil funciona transfiriendo energía cinética (energía del movimiento) de un objeto en vuelo a una persona. Mientras que los proyectiles letales se construyen para maximizar la probabilidad de muerte al penetrar en la piel y comprometer los órganos vitales, los KIP se construyen ostensiblemente de forma que se minimice la penetración al tiempo que suministran suficiente energía cinética para producir un dolor significativo y/o incapacitar a una persona.

A pesar de los esfuerzos de diseño para reducir la letalidad, los KIP pueden causar lesiones graves, discapacidad permanente y la muerte si impactan con sufucuente fuerza en partes críticas del cuerpo. Para evitar usos potencialmente letales de los KIP, los fabricantes suelen establecer protocolos para evitar circunstancias en las que los KIP podrían resultar mortales.

En primer lugar, como la velocidad de un proyectil es mayor en cuanto entra en vuelo balístico (inmediatamente después de ser disparado), los fabricantes suelen establecer distancias mínimas de uso para reducir la velocidad de impacto de los KIP.

En segundo lugar, los fabricantes a veces advierten de que los KIP nunca deben dispararse a partes vitales del cuerpo, como la cabeza. Sin embargo, las directrices sobre cómo apuntar a las partes del cuerpo tienden a ser contradictorias: algunos dicen que las balas deben dirigirse a la «caja» del torso, entre las clavículas y las caderas, mientras que otros señalan que debe evitarse la parte superior del torso y que las balas deben dirigirse hacia la parte inferior de las piernas.

A pesar de los esfuerzos de diseño para reducir la letalidad, los KIP pueden causar lesiones graves, discapacidad permanente y la muerte si impactan con suficiente fuerza en partes críticas del cuerpo.
Un estudiante turco resulta herido después de que la policía antidisturbios utilice balas de goma contra estudiantes de la Universidad de Estambul durante una manifestación contra la legislación turca sobre educación superior, el 6 de noviembre de 2015. Ozan Kose, AFP/Getty Images
Un estudiante turco resulta herido después de que la policía antidisturbios utilice balas de goma contra estudiantes de la Universidad de Estambul durante una manifestación contra la legislación turca sobre educación superior, el 6 de noviembre de 2015. Ozan Kose | AFP/Getty Images
EL CAIRO, EGIPTO: Un hombre carga a la activista Shaimaa al-Sabbagh tras recibir un disparo durante las protestas celebradas el 24 de enero de 2015
EL CAIRO, EGIPTO: Un hombre carga a la activista Shaimaa al-Sabbagh tras recibir un disparo durante las protestas celebradas el 24 de enero de 2015. Foto de Eymen El-Gebaly/Anadolu Agency/Getty Images

Efectos sobre la salud

Los efectos de los proyectiles sobre la salud dependen de varios factores, como el tipo de proyectil, las características del arma desde la que se dispara, la distancia desde la que se efectúa el disparo, la destreza del usuario y la imprecisión inherente a la propia arma. Aunque los KIP están diseñados ostensiblemente para minimizar la penetración y limitar la fuerza de los traumatismos contusos, es posible que se produzcan lesiones por ambos mecanismos.

La mayoría de los KIP son propulsados por una carga de pólvora, y se consideran mejor una subcategoría de arma de fuego. Las lesiones por KIP, como todos los traumatismos y específicamente las lesiones por arma de fuego, pueden ser no penetrantes, en las que el perdigón no penetra en la piel ni en los tejidos (como los traumatismos por objeto contundente), o penetrantes, en las que el perdigón sí penetra (y, en el caso de las lesiones perforantes, también sale de los tejidos).

Ambos tipos de lesión existen con los KIP, y ambos pueden causar lesiones devastadoras. La gravedad de las lesiones provocadas por las balas depende de la energía del proyectil en el momento del impacto (relacionada con la masa del proyectil, la distancia y la velocidad de salida), del diseño del proyectil (incluidos el calibre y la forma) y de las características del tejido que recibe el impacto.

Los resultados de una revisión sistemática de la literatura médica indican que los KIP causan lesiones graves, discapacidad y muerte. Nuestro estudio identificó a 2.190 personas con lesiones por KIP; al menos 12 de estas personas murieron a causa de sus lesiones, y 941 sufrieron discapacidades permanentes. Las lesiones oculares, que representaron 1.568 de las lesiones notificadas (72%), fueron notablemente superiores a las del informe anterior (16%).

Los datos demuestran que las lesiones graves son más probables cuando los KIP se disparan a corta distancia o cuando se utilizan KIP multiproyectiles. A corta distancia, algunos tipos de KIP tienen la misma capacidad de penetrar en la piel que la munición real convencional, y pueden ser igual de letales. Cuando se lanzan o se disparan desde lejos, estas armas son imprecisas y golpean partes vulnerables del cuerpo, además de causar lesiones involuntarias a los transeúntes, especialmente cuando hay múltiples postas que salen disparados de un mismo proyectil. Por lo tanto, existen serias dudas de que estas armas puedan utilizarse de forma segura y eficaz en cualquier entorno de control de multitudes.

Estudios de caso

¿Qué ha cambiado?

Desde la publicación del informe Letalidad encubierta de 2016, el uso de los KIP para reprimir la disidencia masiva se ha acelerado rápidamente, con el correspondiente aumento de la documentación de las lesiones resultantes.

Los casos notables incluyen: lesiones potencialmente mortales en la cara y los ojos por las granadas de aturdimiento «Flash-Balls» en Francia durante las protestas de los gilets jaunes de 2018-2020; una ola de lesiones oculares por perdigones de goma durante las protestas chilenas de octubre de 2019; el uso extensivo de una amplia variedad de KIP por la policía en respuesta a las protestas de George Floyd en Estados Unidos, y cientos de lesiones oculares, algunas potencialmente mortales, fueron documentadas durante las protestas de la primavera de 2021 en Colombia.

El desarrollo y la proliferación de nuevas armas «híbridas», que combinan características de las KIP con otras armas menos letales, añade complejidad a la evaluación y el tratamiento de las lesiones provocadas por estas armas.

Entre ellos se encuentran los KIP con agentes químicos como el Pepper Ball (con agente OC dentro de un cartucho frangible) y las granadas aturdidoras, también conocidas como dispositivos de distracción, con un componente cinético.

Las armas no diseñadas para funcionar como proyectiles de impacto se utilizan cada vez más como improvisados KIP.

Las granadas de gas lacrimógeno, cuando se disparan directamente contra los manifestantes, actúan como KIP. Pueden ser extraordinariamente peligrosos cuando se utilizan de esta manera, ya que son densos, metálicos, grandes y a menudo se calientan o se encuentran en plena explosión.

  • Aumento del uso y de las lesiones

    Desde la publicación del informe Letalidad encubierta de 2016, el uso de los KIP para reprimir la disidencia masiva se ha acelerado rápidamente, con el correspondiente aumento de la documentación de las lesiones resultantes.

    Los casos notables incluyen: lesiones potencialmente mortales en la cara y los ojos por las granadas de aturdimiento «Flash-Balls» en Francia durante las protestas de los gilets jaunes de 2018-2020; una ola de lesiones oculares por perdigones de goma durante las protestas chilenas de octubre de 2019; el uso extensivo de una amplia variedad de KIP por la policía en respuesta a las protestas de George Floyd en Estados Unidos, y cientos de lesiones oculares, algunas potencialmente mortales, fueron documentadas durante las protestas de la primavera de 2021 en Colombia.

  • Armas "híbridas"

    El desarrollo y la proliferación de nuevas armas «híbridas», que combinan características de las KIP con otras armas menos letales, añade complejidad a la evaluación y el tratamiento de las lesiones provocadas por estas armas.

    Entre ellos se encuentran los KIP con agentes químicos como el Pepper Ball (con agente OC dentro de un cartucho frangible) y las granadas aturdidoras, también conocidas como dispositivos de distracción, con un componente cinético.

  • Granadas de gases usadas como KIP

    Las armas no diseñadas para funcionar como proyectiles de impacto se utilizan cada vez más como improvisados KIP.

    Las granadas de gas lacrimógeno, cuando se disparan directamente contra los manifestantes, actúan como KIP. Pueden ser extraordinariamente peligrosos cuando se utilizan de esta manera, ya que son densos, metálicos, grandes y a menudo se calientan o se encuentran en plena explosión.